El ciclón Imelda se intensificó este martes a huracán categoría 1, luego de surgir el domingo como tormenta tropical y dejar dos muertos en Cuba. Aunque no se espera que toque tierra en Estados Unidos, el fenómeno provocará lluvias significativas en la costa sureste de Carolina del Norte, informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés).
Intensificación y trayectoria del huracán
Al convertirse en huracán, Imelda se encontraba a 290 kilómetros al norte de las islas Gran Ábaco, en las Bahamas, con vientos máximos sostenidos de 120 km/h y desplazamiento hacia el noreste a 11 km/h. Según el NHC, la tormenta se dirige lejos de territorio estadounidense, pero sus efectos se sentirán en la región costera.
El huracán Humberto, que recientemente descendió de categoría 5 a categoría 2, influyó en la trayectoria de Imelda, desviándola hacia el este y evitando un impacto directo en Estados Unidos. Aun así, el NHC alertó sobre precipitaciones de hasta 100 milímetros en Carolina del Norte la noche del martes, con riesgo de inundaciones repentinas y urbanas aisladas.
Impacto en Cuba
En Cuba, Imelda dejó un saldo de dos fallecidos y provocó fuertes lluvias en varias regiones. En la ciudad de Santiago de Cuba, se registraron 25 centímetros de lluvia, provocando deslaves que aislaron a 17 comunidades con más de 24,000 habitantes.
En la provincia de Guantánamo, más de 18,000 personas tuvieron que desalojar sus hogares para protegerse de las inundaciones y deslaves. Las autoridades locales continúan trabajando en las labores de rescate y evacuación, mientras se monitorean posibles réplicas de las lluvias.
Riesgos y recomendaciones
El NHC destacó que, aunque Imelda no tocará tierra en Estados Unidos, las lluvias intensas representan un riesgo para las comunidades costeras, especialmente en zonas urbanas propensas a inundaciones. Se recomienda a los residentes seguir las alertas meteorológicas y mantenerse informados sobre posibles evacuaciones o cierres de carreteras.
Con la influencia de Humberto y el desplazamiento constante de Imelda, los meteorólogos continuarán vigilando su trayectoria y fuerza, recordando que incluso huracanes alejados pueden generar precipitaciones peligrosas y deslizamientos de tierra en áreas vulnerables.