Con la llegada del Paquete Económico 2026, las medidas de política tributaria han vuelto al centro del debate público en México. La propuesta gubernamental incluye una serie de impuestos saludables dirigidos a productos cuyo consumo se relaciona con consecuencias negativas en la salud, como bebidas saborizadas, tabacos y ciertos servicios digitales, con el objetivo de reducir su consumo entre la población.
Estas acciones son respaldadas por estadísticas preocupantes expuestas en el propio paquete. El 76.2% de los mexicanos mayores de 20 años presenta sobrepeso u obesidad, condiciones que elevan el riesgo de enfermedades crónicas. Por su parte, el consumo de tabaco sigue siendo un factor determinante de mortalidad, con 63 mil fallecimientos al año atribuibles a enfermedades asociadas. Los gastos médicos derivados de estos males suman anualmente 116 mil millones de pesos.
El gobierno ha decidido centrar sus esfuerzos fiscales en quienes consumen productos como refrescos, tabacos y videojuegos violentos, justificando que su ingesta o uso tiene costos sociales y de salud importantes. Por ejemplo, se prevé un aumento de la cuota del IEPS en las bebidas saborizadas a 3.08 pesos por litro, incluyendo las presentaciones con azúcares no calóricos. Para el tabaco, se propuso elevar la tasa ad valorem de 160% a 200%, y para los tabacos hechos a mano, aumentar dicha tasa a 32%.
En casos como los servicios digitales relacionados con videojuegos de contenido violento, se planteó un nuevo impuesto especial ad valorem del 8%. En el rubro de apuestas en línea, se considera un incremento de esta tasa de 30% a 50%. Todas estas modificaciones fiscales buscan tener un impacto disuasorio en el consumo.
Aunque el Paquete Económico 2026 detalla aumentos significativos en los impuestos para productos como loa refrescos y el tabaco, no incluye alzas en las tasas aplicables a las bebidas alcohólicas.
De acuerdo al documento oficial, las bebidas alcohólicas no formarán parte de los productos sujetos a una nueva carga impositiva extraordinaria para el año fiscal 2026. Por tanto, no se prevén aumentos en los precios de cervezas, vinos, destilados ni otros productos con alcohol derivados de las modificaciones al IEPS.
Para los consumidores y comerciantes del sector, este punto es particularmente relevante, pues implica que, en términos fiscales, se mantendrán las condiciones actuales de tributación para las bebidas alcohólicas a lo largo del periodo contemplado.
El enfoque del gobierno, conforme lo expone el Paquete Económico 2026, está dirigido a otros productos, como los refrescos y los cigarros, además de videojuegos considerados violentos y casas de apuestas.
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