La euforia se desató en la capital de Cabo Verde. Los \’Tiburones Azules\’ aseguraron su histórica clasificación al Mundial en el Estadio Nacional, superando con una goleada de 3-0 a la débil selección de Esuatini, que se despide del clasificatorio como colista y sin victorias.
Tras desaprovechar su primera oportunidad el pasado miércoles con un empate 3-3 ante Libia, la selección de Cabo Verde no falló ante los más de 15.000 espectadores que abarrotaron el coliseo. El ambiente festivo, que inició horas antes del partido, impulsó al equipo a salir con la determinación de \»comerse el césped,\» ignorando lo que pudiera suceder en otros encuentros.
A pesar del asedio constante durante la primera mitad, la tensión creció con el 0-0 al descanso. Sin embargo, la prisa de Cabo Verde por regresar al campo se tradujo rápidamente en goles.
El grito de gol llegó en el minuto 48\’, cuando Livramento aprovechó un balón suelto en el área para desatar una \»brutal estallido\» en las gradas que retumbó en toda la ciudad de Praia.
Poco después, en el 54\’, Willy Semedo duplicó la ventaja al recoger otro balón suelto en la pequeña área, consolidando el dominio.
El golpe final, que valió un Mundial, llegó en el tiempo de descuento. El suplente Stopira cazó un rechace para firmar el 3-0, desatando la locura total. Pese a la inminente invasión de campo, la afición mostró un comportamiento \»impecable,\» permitiendo que jugadores y cuerpo técnico celebraran en la cancha.
La clasificación de Cabo Verde no es solo una victoria deportiva, sino un hito histórico para la nación atlántica, que cuenta con poco más de 500.000 habitantes.
Cabo Verde se convierte en el segundo país menos poblado en la historia en jugar un Mundial, superado solo por Islandia (300.000 habitantes) en Rusia 2018.
Aún más impactante, es ahora la nación más pequeña en territorio en clasificarse para una Copa del Mundo. Con tan solo 4.000 kilómetros cuadrados repartidos en 10 islas, supera el récord previo de Trinidad y Tobago, que tenía poco más de 5.000 kilómetros cuadrados en el Mundial de Alemania 2006.
Además, el país ha logrado esta hazaña siendo la federación más joven en alcanzar la fase final desde su primera participación en clasificatorios en el año 2000, rumbo a Corea y Japón 2002. En esta campaña, los Tiburones Azules han ganado más partidos que la suma de sus victorias en todos los clasificatorios previos a Rusia 2018 y Catar 2022, consolidando el momento más dulce de su fútbol.
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FFO