La suspensión de vuelos hacia Venezuela se elevó a siete aerolíneas este domingo, luego de que la Administración Federal de Aviación de EE.UU. (FAA) emitiera una alerta para “extremar precaución” al sobrevolar el país y el sur del mar Caribe, en un contexto de creciente tensión regional por el despliegue militar estadounidense.
Latam Airlines Colombia canceló preventivamente sus vuelos Bogotá-Caracas-Bogotá del 23 y 24 de noviembre, priorizando la seguridad de pasajeros y tripulación, y anunció que continuará monitoreando la situación. Turkish Airlines suspendió vuelos previstos hacia Caracas del 24 al 28 de noviembre, mientras que Iberia, TAP, Gol y Avianca habían anunciado previamente cancelaciones similares. Además, Caribbean Airlines mantiene suspensión temporal desde septiembre.
Otras aerolíneas venezolanas como Rutaca, Laser, Estelar y Venezolana de Aviación continúan operando con normalidad, ofreciendo rutas nacionales e internacionales, según comunicados oficiales compartidos en redes sociales.
La medida coincide con el despliegue militar ordenado en agosto por la Casa Blanca en el mar Caribe con el objetivo declarado de combatir el narcotráfico. El Gobierno venezolano lo interpreta como una amenaza de invasión y un intento de cambio de régimen.
Expertos como Ramesh Lutchmedial, exdirector de Aviación Civil de Trinidad y Tobago, indicaron que la alerta de la FAA no implica un conflicto inminente, sino que busca que las aerolíneas sean cautelosas y reporten sus rutas.
El contexto también incluye planes recientes de la Casa Blanca para lanzar panfletos sobre Caracas con información sobre la recompensa de 50 millones de dólares por el arresto de Nicolás Maduro, anunciada en agosto bajo el argumento de su vinculación con el narcoterrorismo.
Además, el Departamento de Estado de EE.UU. designará al Cártel de los Soles como grupo terrorista extranjero (FTO) a partir del lunes, aumentando la tensión política y militar en la región y complicando la operación de vuelos internacionales hacia Venezuela.
