La presidenta Claudia Sheinbaum, coloca hoy un mensaje contundente sobre la mesa: la transformación del sistema de salud comienza por la forma en que se trata a la gente.
Durante la mañanera de este martes, el Gobierno federal presentó la estrategia nacional Trato Digno, un rediseño profundo para corregir una de las quejas históricas de México: el mal trato a los derechohabientes en clínicas y hospitales públicos.
El anuncio despierta interés no solo por su alcance, sino porque introduce un giro de fondo: la mejora de salud avanza en gran porcentaje, según señaló el subsecretario de Eduardo Clark, desde el primer momento de atención. Es decir, antes incluso de ver al médico.
Un problema histórico: el mal trato que durante décadas lastimó la confianza del paciente
Malas caras, gritos, indiferencia, burocracia, portazos y largas esperas: el mal trato en el sector salud ha sido una de las quejas más repetidas por generaciones.
Hoy, el Gobierno reconoce abiertamente que este problema no es menor ni anecdótico: erosiona la dignidad de los pacientes, desanima a quienes buscan atención y debilita la confianza en las instituciones públicas.
Por eso, el eje del anuncio es claro: no basta con hospitales, medicinas o equipos; un sistema de salud se sostiene primero en la forma de recibir, escuchar y acompañar al paciente.
Trato Digno: la nueva base del sistema de salud mexicano
El Gobierno presenta un paquete integral que involucra al IMSS, ISSSTE e IMSS-Bienestar con una misma misión:
cambiar la experiencia del paciente desde el primer minuto.
Entre las medidas más relevantes destacan:
1. Más módulos y más personal capacitado en trato humano
Miles de trabajadores ya operan con protocolos unificados, nueva identidad, capacitación intensiva y supervisión permanente.
Los módulos de orientación crecen, se modernizan y funcionan con equipos especializados para resolver quejas en tiempo real.
2. Cero rechazo y acompañamiento desde la entrada
Personal de seguridad, admisión y farmacia opera con formación específica para evitar barreras, reducir fricciones y garantizar una atención respetuosa.
3. Evaluación constante y brigadas para corregir malas prácticas
Cada unidad se monitorea con indicadores de infraestructura, derechos del paciente, ambiente hospitalario y servicios generales.
Cuando hay focos rojos, directivos acuden de inmediato para corregirlos.
4. Nuevos consultorios y expansión de atención primaria
El ISSSTE instala consultorios en centros de trabajo y zonas con poca cobertura, lo que despresuriza urgencias y acerca el servicio médico a las personas.
5. Abasto nacional de medicamentos
El Gobierno refuerza su ruta de distribución con millones de piezas entregadas y nuevas remesas programadas.
Todo bajo un principio rector que la presidenta resume con claridad:
“La atención mejora cuando tratamos con dignidad a quien llega a pedir ayuda”.¿Es este el inicio del sistema de salud “como el de Dinamarca”?
La promesa del expresidente López Obrador —construir un sistema de salud comparable al de Dinamarca— marcó un compromiso nacional que hoy vuelve a tomar fuerza, no como una frase aspiracional, sino como un objetivo en curso.
El modelo danés es reconocido por tres pilares esenciales:
atención primaria fuerte,
cero rechazo y cobertura universal,
y un trato profundamente humanizado.
Lo presentado este martes no pretende decir que México ya alcanzó ese nivel.
Pero sí representa algo crucial: por primera vez se coloca al trato digno como parte oficial del sistema de salud, medible, obligatorio y articulado en todas las instituciones.
Es, en pocas palabras, la base cultural que un sistema universal necesita para funcionar.
Un sistema de salud como el de Dinamarca no empieza con equipos de alta tecnología; empieza con la forma en que un país trata a su gente cuando llega enferma, asustada o buscando ayuda.
Si México quiere llegar a ese ideal, este es el punto de partida correcto.
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Grace Bravata (FOH)
