La tercera entrega del universo cinematográfico de James Cameron, Avatar: Fuego y Cenizas, inició su paso por las salas de cine con una recaudación global cercana a los 345 millones de dólares durante su primer fin de semana, posicionándose como uno de los lanzamientos más relevantes de 2025.
A pesar de estas cifras, el desempeño inicial no logró igualar los debuts de Avatar (2009) ni de The Way of Water (2022). Del total obtenido, alrededor de 88 millones de dólares correspondieron a Estados Unidos y Canadá, mientras que el resto provino de mercados internacionales, donde la franquicia mantiene una sólida base de seguidores.
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El estreno a mediados de diciembre, una fecha tradicionalmente favorable para producciones de largo aliento, también coincidió con las festividades navideñas, lo que habría impactado en la asistencia inmediata. Analistas del sector consideran que este factor influyó en que la película no alcanzara el impacto inicial de su antecesora, que tuvo un arranque doméstico más elevado.
No obstante, la recepción del público ha sido mayormente positiva, reflejada en evaluaciones favorables de los asistentes, lo que abre la expectativa de un crecimiento sostenido en las próximas semanas. Las opiniones, sin embargo, han sido más divididas que en entregas anteriores: mientras algunos señalan una menor sorpresa narrativa, otros resaltan el despliegue técnico, la expansión visual de Pandora y la ambición temática característica del director.
Con un presupuesto que supera los 400 millones de dólares, Avatar: Fuego y Cenizas enfrenta ahora el desafío de consolidarse en taquilla a largo plazo y mantener su permanencia en cartelera.
(WCLS)