Alfredo Adame se consagra como ganador de La Granja VIP este domingo, al cierre de la primera edición del reality producido por TV Azteca.
El resultado se definió por votación del público, tras 10 semanas de competencia, convivencia y pruebas dentro del formato que reunió a 16 celebridades aisladas del exterior.
El anuncio ocurrió la noche del 12 de octubre, durante la final transmitida en televisión abierta, cuando solo quedaban cinco participantes en competencia: Kim Shantal, César Doroteo, Eleazar Gómez, La Bea y Alfredo Adame. El programa se desarrolló en México y marcó la apuesta de la televisora por competir en el terreno de los realities de encierro.
La final arrancó con la eliminación de La Bea, quien quedó en quinto lugar. Minutos después, Kim Shantal ocupó la cuarta posición y César Doroteo se despidió en el tercer sitio. La definición del ganador de La Granja VIP quedó entre Alfredo Adame y Eleazar Gómez, en una votación cerrada que mantuvo la expectativa hasta el final.
La producción utilizó un despliegue técnico especial para revelar el resultado. Con apoyo de drones, el conductor Adal Ramones anunció que Alfredo Adame era el ganador de La Granja VIP, momento que selló el cierre del reality y desató reacciones inmediatas en redes sociales.
Con este resultado, Alfredo Adame obtuvo un premio económico de 2 millones de pesos, antes de impuestos.
De acuerdo con la legislación fiscal en México, los premios de este tipo están sujetos a retenciones por parte del Servicio de Administración Tributaria, lo que reduce el monto final que recibe el participante.
Según el desglose fiscal, del premio total se descuenta una cuota fija y un porcentaje adicional. Tras este proceso, el ganador de La Granja VIP recibirá una cantidad superior al millón de pesos, luego de cumplir con sus obligaciones ante el SAT.
Al finalizar el programa, Alfredo Adame ofreció declaraciones sobre su experiencia dentro del reality. Señaló que el encierro representó un reto personal y que vivió el proceso como una etapa de aprendizaje, marcada por la convivencia constante y la presión de la competencia.
