• Suscríbete y recibe todas las noticias
  • Anúnciate con nosotros
  • Directorio
viernes 17 octubre, 2025
Ahora Quintana Roo Noticias
  • Quintana Roo
  • Nacional
  • Deportes
  • Mundo
  • Política
  • Estilo y Vida
  • Insólito y Viral
  • Multimedia
  • Espectáculos
  • Tecnología
No Result
View All Result
  • Quintana Roo
  • Nacional
  • Deportes
  • Mundo
  • Política
  • Estilo y Vida
  • Insólito y Viral
  • Multimedia
  • Espectáculos
  • Tecnología
No Result
View All Result
Ahora Quintana Roo Noticias
No Result
View All Result
Home Columnas

Ortega y Gasset tenía razón: la masa nos devora

Hay libros que envejecen con dignidad, convertidos en piezas de museo del pensamiento o en testimonio de épocas clausuradas.

by Ahora Tabasco
octubre 16, 2025
in Columnas, PALESTRA, PUNTO DE VISTA
0
ComparteTweet

Hay libros que envejecen con dignidad, convertidos en piezas de museo del pensamiento o en testimonio de épocas clausuradas. Otros, en cambio, desafían la lógica del tiempo y permanecen vivos, incómodos, perturbadores. “La rebelión de las masas” pertenece a esta segunda estirpe. Publicada en 1929 por José Ortega y Gasset, la obra sigue siendo un espejo en el que nuestra época se refleja con una nitidez que inquieta.

 

Han pasado setenta años desde que el filósofo español dejó de respirar en Madrid (18 de octubre de 1955), y, sin embargo, sus palabras no han perdido filo. Como esos relojes que siguen marcando la hora exacta mucho después de que su dueño ha muerto, el pensamiento de Ortega continúa midiendo nuestro tiempo con una precisión implacable. No fue un filósofo recluido en una torre de marfil; por el contrario, fue un pensador comprometido con su circunstancia, como él mismo se definió.

 

Predijo la aparición de un nuevo actor social: la masa. No se define por su posición económica; se distingue por una actitud ante la vida. En la concepción orteguiana, la masa es aquello que no actúa por sí misma, que no se gobierna desde dentro y que necesita ser dirigida, influida o representada. No se trata necesariamente de los desposeídos ni de quienes la miseria mantiene en la ignorancia; la colectividad amorfa atraviesa todas las capas sociales.

 

Son hombres y mujeres que no buscan tener la razón a través del examen y la duda, sino que esperan que se la concedan; imponen sus opiniones sin el tamiz del argumento y sin el pudor de la incertidumbre. La razón de la sinrazón, podríamos llamarlo.

 

En ello radica el peligro que Ortega advirtió: la anulación de la convivencia civilizada. Cuando tener una idea se confunde con poseer la verdad absoluta, la barbarie no está lejos. Es una barbarie peculiar, eso sí, con “smartphone”, con título universitario quizá, con acceso a toda la información del mundo al alcance de un clic, pero barbarie al fin.

 

Qué paradójico escenario, pues vivimos en una época en la que más personas que nunca tienen acceso formal a la educación, donde —al menos en teoría— existe una mayor capacidad para desarrollar el intelecto que en cualquier otro momento de la historia, pero esa vaga sensación de poseer conocimiento solo sirve para aislar a los individuos, encerrarlos en burbujas de confirmación donde ninguna idea los contradiga.

 

¿Cómo se educa a la masa? Mediocremente, responde Ortega desde el pasado, y el presente asiente con vergüenza. En lugar de establecer mecanismos rigurosos que garanticen el desarrollo intelectual, se relajan los criterios, se rebajan los estándares y se margina todo intento serio de superación. Resulta más fácil —y políticamente rentable— mantener a la muchedumbre en su mediocridad que elevarla mediante la exigencia.

 

De esa masa desorientada surge también buena parte de la delincuencia que azota a los pueblos. No porque la pobreza genere violencia de forma automática —sería un determinismo simplista—, sino porque la carencia de capacidades, la falta de empleos dignos y el vacío de horizontes empujan a muchas personas hacia economías criminales que les ofrecen un lugar en el mundo, aunque sea torcido.

 

De esa misma colectividad proceden quienes rinden pleitesía a la imagen de gobernantes carismáticos, quienes respaldan proyectos inviables a cambio de promesas y dádivas, quienes sustituyen el pensamiento crítico por la fe ciega.

 

Ortega lo expresó con una claridad que corta como bisturí: nada revela mejor el rostro del presente que el hecho de que una multitud cada vez más numerosa y homogénea dependa del poder público y aniquile toda posibilidad de auténtico progreso social. Porque el progreso genuino no se mide solo en kilómetros de carretera o en programas sociales multiplicados, sino también en la capacidad de una sociedad para formar ciudadanos autónomos, críticos y capaces de gobernarse a sí mismos.

 

Setenta años después de su muerte, Ortega y Gasset nos interpela desde el pasado. No con nostalgia de épocas supuestamente mejores —él mismo advertía contra esa tentación—, sino con preguntas que siguen sin respuesta: ¿en realidad queremos educar a la mayoría o preferimos mantenerla dependiente? ¿Tendremos el valor de exigirnos más, o seguiremos buscando que alguien nos dé la razón sin haberla ganado?

 

El filósofo español nos legó un espejo incómodo donde el rostro, por fin, se muestra sin disfraces. Depende de nosotros tener el coraje de sostener esa mirada o romper el cristal y seguir caminando hacia un futuro en el que la masa termine por devorar incluso la posibilidad de imaginar algo distinto.

 

Quizá el mejor homenaje a Ortega sea negarnos a formar parte de esa multitud que describió, ejerciendo cada día la difícil libertad de pensar por nosotros mismos. Hacerlo en estos tiempos, en que todos gritan pero pocos escuchan y todos opinan pero casi nadie reflexiona, es un acto revolucionario.

 

Columna por: Mario Cerino

Tags: GassetMadridOrtega
Previous Post

¿Cuál es la mejor manera de consumir linaza?

Next Post

La metamorfosis de la Web

Ahora Tabasco

Next Post
La metamorfosis de la Web

La metamorfosis de la Web

No Result
View All Result

Entradas recientes

  • Ataques en contra de José Ramiro López Obrador son mediáticos: Jesús Selván
  • Imparte Protección Civil Tabasco taller para fortalecer la gestión de riesgos en Tabasco
  • El emotivo video de Mariana Ávila recordando a Fede Dorcaz tras su asesinato
  • Entregan 2 mil 500 millones de pesos a ayuntamientos de Yucatán
  • Progreso se consolida como destino del turismo de cruceros

Facebook Twitter Instagram Youtube TikTok

Calle Av Petempich, 28 de Julio, Local 2 Segundo Piso CP. 77714 Playa del Carmen, Quintana Roo.
Derechos Reservados © 2025 [email protected] .

No Result
View All Result
  • Quintana Roo
  • Nacional
  • Deportes
  • Mundo
  • Política
  • Estilo y Vida
  • Insólito y Viral
  • Multimedia
  • Espectáculos
  • Tecnología

Calle Av Petempich, 28 de Julio, Local 2 Segundo Piso CP. 77714 Playa del Carmen, Quintana Roo.
Derechos Reservados © 2025 [email protected] .