Al clausurar The Eras Tour, la gira más taquillera de la historia con ingresos que superaron los 2 000 millones de dólares, Taylor Swift rompió también esquemas dentro de la industria musical con un gesto que trasciende el espectáculo: distribuyó 197 millones de dólares en bonos entre todo el personal que hizo posible la producción del tour, desde músicos y bailarines hasta técnicos, cocineros y camioneros.
La decisión, que ha cobrado nueva vida gracias a la docuserie Taylor Swift: The End of an Era en Disney+, muestra un inusual enfoque de gratitud y reconocimiento hacia las miles de personas que trabajaron detrás de escena durante los 149 conciertos que recorrieron el mundo entre marzo de 2023 y diciembre de 2024. En la serie se observa cómo estos bonos se distribuyeron a lo largo de distintas etapas de la gira y se acompañaron de cartas personales, muchas de ellas escritas a mano por la propia Swift.
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El reparto de 197 millones de dólares no se limitó a los nombres más visibles; incluyó a todos los niveles operativos del espectáculo, desde el personal técnico encargado de sonido y luces hasta quienes se encargaron del vestuario, el transporte y la logística. En algunos casos, como el de los conductores de camiones que movilizaron el equipo entre ciudades, los bonos rondaron cifras de seis dígitos, lo que medios especializados describieron como “transformador” para muchos de los trabajadores.
Este gesto se convierte en un ejemplo poco común en una industria donde tradicionalmente las grandes ganancias tienden a concentrarse en los artistas principales y las promotoras. Al elegir compartir una parte considerable de las ganancias con su equipo, Swift no solo recompensó el arduo trabajo que implicó montar un tour de tal magnitud, sino que también puso en el centro del relato la importancia de reconocer al conjunto humano que sostiene estos espectáculos.
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