Las celebraciones decembrinas suelen estar marcadas por reuniones, brindis y comidas abundantes, pero para quienes viven con colitis ulcerosa, estos excesos pueden representar un desafío adicional, explica la doctora Ceriolith Tenorio, especialista en gastroenteróloga.
La doctora Tenorio Flores agrega que los cambios en la dieta, el consumo de alcohol, los desvelos y el estrés característicos de la temporada pueden alterar la salud intestinal y detonar brotes que afectan la calidad de vida de los pacientes.
En cuanto a la colitis ulcerosa, la experta detalla que provoca inflamación crónica del colon, lo cual genera episodios de diarrea con sangre, dolor abdominal y una sensación constante de urgencia para evacuar.
En México se estima que alrededor de 48 mil personas viven con este padecimiento, muchas de ellas sin diagnóstico formal porque se confunden los síntomas con infecciones, síndrome de intestino irritable u otras causas de diarrea.
“La colitis ulcerosa puede comenzar entre los 20 y 40 años, justo en etapas de gran actividad social y laboral. Hay un segundo pico después de los 50 años, aunque es menos frecuente”, explicó la también gerente médico del laboratorio Alfasigma México.
La especialista advirtió que los excesos típicos de fin de año —comidas abundantes, bebidas alcohólicas y horarios desordenados— pueden precipitar recaídas. “El intestino es sensible al estrés y a la alimentación. En quienes viven con colitis ulcerosa, la mala adherencia al tratamiento asociado a factores como estrés emocional o físico y cambios en la alimentación puede provocar un rebrote de la enfermedad”, comentó.
Además del impacto físico, la colitis ulcerosa conlleva consecuencias emocionales significativas. Veamos la otra cara de la moneda, muchos pacientes evitan reuniones o viajes por miedo a un episodio inesperado. “El aislamiento social y la ansiedad son frecuentes, sobre todo cuando no se cuenta con información detallada sobre el diagnóstico o un plan de manejo adecuado”, puntualizó la doctora Tenorio.
El diagnóstico temprano y el seguimiento de un tratamiento integral son esenciales para controlar la inflamación y mantener la enfermedad en remisión. De no hacerlo, el daño intestinal puede progresar y aumentar el riesgo de complicaciones graves como cáncer de colon. Por ello, los expertos recomiendan acudir al médico si los síntomas digestivos persisten o si se presentan datos de alarma como diarrea con sangre o pérdida de peso.
“Vivir con colitis ulcerosa requiere atención médica continua y acompañamiento integral que incluya nutrición, bienestar emocional y adherencia terapéutica”, agregó la gastroenteróloga. “El objetivo es que las personas retomen su vida con normalidad, incluso en épocas festivas”.
Finalmente, la especialista recordó que, ante cualquier síntoma persistente de dolor abdominal, diarrea con sangre o fatiga, es fundamental acudir con el gastroenterólogo para valoración clínica oportuna. Agregó que quienes deseen conocer más sobre enfermedad inflamatoria intestinal pueden consultar la página www.viviendoconcolitisulcerosa.com un espacio informativo con materiales educativos y orientación confiable para pacientes y familiares.
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FOH
