Por ocasionar daños a ecosistemas de duna costera y manglar dentro de la Reserva de la Biosfera Ría Celestún, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró tres predios ubicados en esta Área Natural Protegida (ANP), con una afectación estimada en 3.5 hectáreas.
De acuerdo con la dependencia federal, el operativo de inspección se llevó a cabo los días 1 y 2 de octubre, luego de detectarse actividades ilegales de cambio de uso de suelo, remoción de vegetación y relleno de humedales costeros, sin contar con las autorizaciones correspondientes de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Durante las visitas, el personal de Profepa constató daños significativos en zonas núcleo del área protegida. En el primer predio, se registró la pérdida de 0.84 hectáreas de vegetación natural de duna costera, incluyendo ejemplares de mangle blanco (Laguncularia racemosa), una especie catalogada como “amenazada” por la NOM-059-Semarnat-2010. En este sitio se hallaron estructuras semifijas de madera con fines recreativos, actualmente en abandono.
En el segundo predio, se observó la remoción parcial de manglar en 1.78 hectáreas, como resultado de actividades de lotificación, apertura de brechas y delimitación de terrenos. Otra área adicional de 0.65 hectáreas también presentó evidencia de pérdida de vegetación.
Mientras tanto, en el tercer predio, se constató la remoción total de vegetación y relleno de humedal costero en una superficie de 0.92 hectáreas, además de un área de 0.14 hectáreas afectada por el vertido de arena que modificó las condiciones naturales del terreno.
Ante las irregularidades, la Profepa impuso como medida de seguridad la clausura total temporal de los tres sitios y ordenó el cese inmediato de toda actividad para detener el daño ambiental y proteger los ecosistemas costeros de Celestún.
La dependencia reiteró su compromiso con la protección del manglar, los humedales y la biodiversidad de la Península de Yucatán, los cuales desempeñan un papel clave en la regulación climática, la protección costera y el equilibrio ecológico de la región.
Finalmente, la autoridad ambiental recordó que las Áreas Naturales Protegidas son esenciales para conservar la riqueza natural del país, al resguardar ecosistemas únicos y mantener los servicios ambientales que sustentan la vida y el bienestar de las comunidades.
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